Después de las truncas intenciones del MOVADEF por participar en la vida política del país y luego de que diversos reportajes periodísticos han mostrado el desconocimiento por parte de adolescentes y jóvenes acerca de los años de luctuosa guerra interna que vivió el Perú, se ha generado la necesidad de mostrar sobre todo a las nuevas generaciones las consecuencias lamentables que marcaron esta etapa de nuestra historia.
Al respecto, los medios de comunicación de masas (sobre todo la televisión) han montado una campaña de información que muestran las injustificables acciones del llamado partido comunista del Perú PCP en hechos como los de Tarata y que dicho sea de paso los peruanos quisiéramos que nunca se más se repitan. El Sector Educación también se ha pronunciado a través de la Ministra Patricia Salas, quien en una entrevista concedida a un medio televisivo ha marcado su posición al manifestar que: “… en los textos escolares de este año desaparecerá los términos “guerra interna” o “conflicto armado interno” para referirse a la violencia desatada por las agrupaciones terroristas…”.
Por otro lado, se ha planteado también la propuesta de incluir el contenido del informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) en los textos escolares durante el año 2013, la misma que ha desatado opiniones y posiciones encontradas entre diversos sectores sociales y políticos, posiciones que se dividen entre quienes lo consideran de vital importancia para entender y no repetir la guerra interna que vivimos y quienes lo califican como un informe sesgado y condescendiente con lo ocurrido durante la época del terrorismo en nuestro país.
Por encima de estas disquisiciones, consideramos que para desterrar definitivamente el horror y la muerte nuestra sociedad tiene que comenzar a conocer la verdad de los hechos con posición crítica, y en este afán el Informe de la CVR debe jugar un papel importante, pues es el producto de la reconstrucción histórica del conflicto armado interno a partir de los innumerables testimonios (lamentablemente poco difundidos) de quienes fueron víctimas de Sendero Luminoso, el MRTA, pero también de las Fuerzas Armadas y Policiales, no olvidemos que además de nuestros hermanos de Tarata, están también los casos de peruanos como los desaparecidos de Putis, Cayara, Accomarca, la Cantuta, etc. de los que poco o nada se dicen en los medios televisivos.
Entonces, si pretendemos construir una sociedad democrática que busca su desarrollo justo y armonioso y sobre todo si no queremos repetir la historia, tenemos que empezar primero por conocer las verdaderas causas y consecuencias de los hechos que configuraron los años 80 y 90 del país. Esperamos que los textos escolares en cuestión puedan tener una explicación más consistente sobre lo que pasó, tal como nos sugiere en el diario la República del 12 de febrero Patricia Luque[1] “para entender el conflicto debe explicarse las causas, quienes lo hicieron, que hicieron y vincularlo a la dimensión de justicia, verdad y reconciliación”.
[1] Educadora y experta en temas de violencia.
