domingo, 29 de julio de 2012

ALGUNAS REFLEXIONES EN EL DIA DE LA PATRIA


Ayer sábado fue un día especial para todos los peruanos, pues celebramos entusiastas los 191 aniversario de nuestra independencia nacional, la verdad la ocasión no es para menos, pero conviene aprovechar estos días para recordar que no siempre el devenir de la historia marcó los mismos escenarios festivos en nuestros antepasados.
Primero: Si logramos comprender que la naturaleza, el pensamiento y la sociedad dialécticamente están en permanente cambio y transformación, entonces podremos entender que nuestra sociedad no siempre ha sido la misma; hace unos quinientos años logramos formar el gran tahuantinsuyo basado  en el ayni y la minka y en valores como el ama llulla, ama sua y ama quilla,[1] imperio que fue invadido por una cultura ajena que logró dominarnos y llevarse todas nuestras riquezas principalmente debido a que nos encontraron divididos. Pero la opresión y explotación no pueden durar siempre porque los hombres nunca podremos renunciar a la dignidad de ser libres y de forjar nuestro propio destino. Por ello,  esta fecha no podemos dejar de recordar admirar y emular a Túpac Amaru, a los varios héroes anónimos hijos del pueblo, terminando en José de San Martin y Simón Bolívar que con sus vidas y esfuerzo lograron nuestra independencia.
Segundo: Sin embargo, esta fecha debe ser no sólo para sentir alguna cándida emoción al recordar el memorable suceso, sino debe servir también para reflexionar, para meditar profundamente sobre las razones por la que después de 191 años de independencia, muchos de nuestros compatriotas no pueden festejar menos vitorear como algo que nace desde lo profundo de sus sentimientos la frase ¡viva la independencia!. Seguro porque en todos estos años no hemos podido desterrar el egoísmo y el afán de riqueza personal que sólo se circunscriben en un pequeño grupo de poder, trayendo como consecuencia  tener que asumir el reconocimiento no tan honroso de ser hoy como ayer, un país con altos índices de desigualdad social y económica.
Tercero: Entonces, el patriotismo no precisa sólo de palabras bonitas ni de conmemoraciones inútiles y vacuas, necesita sobre todo de hombres que asuman compromisos en busca de lograr la segunda y definitiva independencia, necesita de mejores estudiantes, de profesionales más competentes y capacitados, de autoridades más idóneas y al servicio real del pueblo y por extensión de ciudadanos cabales y correctos que depongan actitudes egoístas y personalistas, sólo así se puede hacer patria y sólo de esta manera esa frase ¡viva la indepencia! alcanzará su verdadera dimensión y profundo sentido.

Mientras esto, FELICES FIESTAS PATRIAS A TODOS.


[1] No seas mentiroso, no seas ladrón, no seas ocioso.

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